La Serie 7 de BMW ha evolucionado a lo largo de los años, y ahora es mucho más atractiva que las primeras generaciones. De esta forma, el nuevo modelo tiene un diseño más dinámico y tecnológico. Además, monta faros con tecnología LED, llantas de 19 pulgadas, y desprende una sensación de calidad fuera de toda duda.
En el interior ocurre lo mismo, el habitáculo es espacioso y muy lujoso, y la vida a bordo de este modelo es simplemente exquisita. Un coche que se disfruta tanto en el asiento del conductor, como en las plazas traseras. Por otro lado, destaca la gran pantalla situada en el salpicadero desde donde se manejan todos los sistemas del coche.
Pero lo más impresionante del 740D es su propulsor: un 6 cilindros con 3 litros diésel que desarrolla 313 CV y presume de un rendimiento que está a la altura de muchos deportivos. Pasa de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos y alcanza los 250 km/h de velocidad máxima. Todo esto, consumiendo sólo 5,7 l/100 km de media. Cifras que la convierten, sin duda alguna, en la berlina de lujo más eficiente del mercado.
Además tiene varios modos de conducción, desde el económico eco-pro hasta el deportivo sport plus. Si escogemos esta última opción, el comportamiento del Serie 7 permite disfrutar de un coche totalmente distinto, y se pueden hacer cosas como estas cruzadas. Y es que aunque sea un Serie 7, no deja de ser todo un BMW.
Así es uno de los coches más polivalentes del mercado, un modelo que pone el listón muy alto y que ya está a la venta desde 91.000 euros.
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